De la vista de nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia Presbiteriana de Betlhem, Pensylvania, quedó un hermoso recuerdo que fue puesto en palabras para una meditación en el Aposento Alto
http://mariaeliasdn.es/?p=4094 ¿Qué plan tiene Dios para mi?
Léase Hechos 2:43-47
Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hch 1:8
Somos una congregación nueva, aun no cumplimos tres años de existencia, algunos integrantes somos cristianos desde hace años, otros, recién llegados a la comunidad de fe, están dando sus primeros pasos en el camino.
Aun no tenemos un templo, Hacemos nuestros cultos en un salón prestado y durante la semana nos reunimos para estudiar la Biblia en casa de hermanos.
“Vienen a visitarnos once hermanos de una iglesia del exterior”. ¿A qué vienen estos hermanos de otro país?, si no tenemos siquiera un lugar donde recibirlos.
“Quieren participar de nuestras actividades, y dar una mano en casas de quienes lo necesiten. Los hermanos comenzaron a usar el Aposento Alto porque saben que lo usamos y quieren llegar aquí conociendo un poco más de lo que hacemos”. Me contaron eso y me sorprendí gratamente.
Los visitantes participaron de nuestro culto y en la semana nos acompañaron a un estudio bíblico en un suburbio de Buenos Aires, compartimos el estudio con ellos, y cuando oramos, uno de los huéspedes dice: “hermanos, somos de una iglesia que tiene bienes materiales, pero de ustedes, en estos pocos días, hemos visto con qué amor se tratan en cada momento, por lo que nos llevamos una buena experiencia, de algo que no conocíamos así y vamos a compartirlo con nuestros hermanos”.
Me sorprendo, como dice Hechos 1:8, hemos sido testigos.
Yo pensaba que no podíamos dar gran cosa, y me encuentro con que Dios nos pone como testigos a gente de lugares lejanos.
ORACION: Gracias Padre Celestial por dar trascendencia a nuestra vida mas allá de lo que nosotros mismos creemos.
PENSAMIENTO PARA EL DIA: Dios tiene para nosotros propósitos más altos de lo que podemos imaginarnos.
Mauro Rapuano